Cuando nos enfrentamos al reto de tener que transmitir malas noticias, podemos sentir un enorme peso sobre nuestros hombros, al pensar en la desagradecida tarea de enfrentarnos a cada uno de los afectados por esas novedades negativas. Y una vez que ya estamos en ello, podemos sentir que nos hemos metido en un campo de minas…