El principal obstáculo de esa auto evaluación es la visión sesgada y, por tanto, poco acertada que las personas tienen de sí mismas. Por ese motivo, el Programa utiliza una herramienta en la que, también, accedemos a la percepción que tiene el entorno profesional y/o personal del propio participante.
El perfeccionismo, la arrogancia o la complacencia son algunos ejemplos de tendencias reactivas limitantes. Las creencias de cada persona pueden hacerle pensar que no se trata de verdaderas debilidades, sin ser consciente de todo lo que le limitan. Por el contrario, son todavía muy pocos los que son capaces de liderar sus proyectos utilizando fortalezas contrastadas, especialmente cuando se está bajo presión. El Programa tiene la intención de situar al participante en esa minoría consistente, que es la que marca las diferencias.
El participante accederá a las siguientes utilidades: